LA ESCUELA AUSTRIACA DE ECONOMIA 4

Epígrafe I: Mercado y Precios

4.- Bienes Públicos y Externalidades

Los economistas, todos, no sólo los austríacos, hablan de dos cuestiones muy especiales: por un lado los bienes públicos, por el otro, las externalidades. Vamos a tratar de definir ambas cosas.

Un bien público, en principio, es aquel en el cual no rige el principio de exclusión. Si compramos una lata de gaseosa, otro consumidor potencial se quedó sin esa lata de gaseosa. Pero supongamos que salimos a la calle. Camino yo, camina otro, caminan 3, caminan 4, y parece que no rige, entonces, el principio de exclusión. Ahora bien, la mayor parte de los economistas, excepto los austríacos, agregan: para esos bienes públicos no funciona el mercado. ¿Por qué un privado va a impedir el acceso a un bien público? ¿Qué bien social se obtendría con ello? El estado debería hacerse cargo de ellos: calles, puentes, plazas, etc.

Ante todo quiero que se queden tranquilos porque yo no estoy diciendo que sea un deber moral privatizar esas cosas. Hay cosas más importantes de las cuales ocuparse: que disminuya la pobreza, la desocupación..... Después veremos cómo financiamos las calles y las plazas.

Simplemente quiero recordar que los bienes públicos no son necesariamente superabundantes. No son siempre bienes libres, son, la mayor parte de las veces, bienes escasos. Y la mayor parte de bienes públicos que conocemos –pongamos el ejemplo de un puente- son "muy" escasos, en el sentido que son muy costosos: su producción implica una gran cantidad de recursos naturales, de capital y de trabajo. Entonces la pregunta es: ¿cuál es el mejor modo de financiar un bien público así? Hay dos respuestas básicas: por el estado a través de impuestos, o por una empresa privada, a través de sistemas como peajes o cosas por el estilo.

Se afirma habitualmente que este último sistema produce un menor nivel de vida para todos e injustas situaciones, pues entonces los que no tengan el dinero no podrán acceder a ese bien público.

Pero se olvida que si el sistema es a través de los impuestos, se produce una gran ilusión óptica. El bien público "parece" gratis a nuestros bolsillos, pero no lo es, de ningún modo. A través de los impuestos, todos están pagando por un puente o lo que fuere que alguna vez van a usar o tal vez nunca. Y lo injusto es que los sectores de menores recursos están pagando aquello que no usan nunca (como los sectores más pobres del país que pagan con sus impuestos una universidad a la cual nunca van a tener acceso). Si a esto se dice que los impuestos deben ser sólo "a los más ricos", bueno, después veremos los efectos desastrosos que ese impuesto tiene para los más pobres.

Quedan dos preguntas pendientes. ¿Qué pasa cuando un bien público es muy costoso pero no es rentable? Supongamos un puente que sea estratégicamente conveniente para unir tal región con otra. Pero los consumidores no lo demandarían y por ende no es rentable. Entonces tenemos que tener conciencia de que, sencillamente, es un gasto. No es una inversión que va aumentar el capital disponible ni el trabajo: es una gasto que va a "consumir" capital disponible y sacará trabajo y recursos naturales de otros ámbitos (demandados por consumidores) para ser destinados a ese puente. Por ese puente habrá menos de otros bienes que habitualmente consumimos. Pero, ¿quiere decir eso que no se "debe" gastar en ello? No: es un bien público que, en un sistema democrático genuino, tiene que ser discutido y votado. Hayek recomienda que ese tipo de bienes públicos sean financiados por gobiernos municipales, cuyos gastos están más cercanos a nuestra vista, y no los gastos de un lejano gobierno federal que parece estar financiado por los marcianos. (Bueno, lo de los marcianos lo digo yo, no Hayek).

Quede entonces claro que ese tipo de bienes públicos pueden ser políticamente necesarios, militarmente necesarios, pero esa "necesidad" es una decisión política que debe estar muy cercana al control de los ciudadanos y no debemos engañarnos pensando que son inversiones que aumentan el capital existente. Por lo tanto cuando las empresas privadas no encaran proyectos no rentables no es por el capitalismo malévolo, sino al contrario, por no dilapidar recursos escasos que los consumidores han demandado para otras cosas.

Segunda pregunta pendiente: ¿qué pasa cuando un bien público es lo que Mises llamaba monopolio de espacio natural? Esto es, que, aunque haya libertad jurídica de entrada, sólo un servicio puede "pasar" o "estar" en determinado lugar, como, por ejemplo, ciertos caños por determinado lugar, etc. En esos casos (muy frecuentes en ciertos servicios públicos) es importante que no se impida de ningún modo la libertad jurídica de entrada, dejando lugar a la competencia potencial de innovaciones tecnológicas que el mercado, como constante proceso de descubrimiento, produce. Entretanto, puede recurrirse a sistemas de concesión que produzcan sistemas de competencia artificial para determinar qué empresa lo va a hacer (porque es rentable). Pero en ese sistema no debe haber ningún tipo de monopolio legal (como se hizo y hace habitualmente en America Latina).

Pasemos ahora al tema de las externalidades. Habitualmente se dice que hay intercambios en el mercado que tienen efectos no previstos o no pactados sobre un tercero. Esos efectos pueden ser positivos o negativos. Un ejemplo típico sería el del fumador: el humo que expele afecta a alguien que no fuma. Eso sería una externalidad negativa. Un ejemplo de una externalidad positiva sería que yo tuviera una heladería y al lado se instala un cine: hay una externalidad positiva sobre mi negocio dada la instalación del cine. Habitualmente se dice que el mercado no puede ocuparse de estos casos. El estado debería intervenir para evitar o compensar los efectos de una externalidad negativa o para corregir la injusticia de la mayor ganancia en el caso de la positiva.

El tema no es sencillo. Para los austríacos, las externalidades negativas son efecto de la no definición adecuada de derechos de propiedad. Si yo en este momento deposito una gota de ácido sulfúrico sobre el café de alguno de ustedes, la situación es jurídicamente clara: el café es propiedad de ustedes y yo la estoy vulnerando con una acción claramente delictiva de mi parte. Claro que el estado tiene que intervenir, sencillamente porque hay un delito. No puede haber externalidades negativas sin penalización en la medida que los derechos de propiedad estén bien definidos.

Claro, para esto los costos jurídicos de transacción deben ser muy bajos. Esto es, el sistema judicial debe ser rápido y adecuado a sus funciones. Si sucede como ocurre habitualmente en America Latina, donde el reclamo por parte de cualquiera de ustedes por lo que hice en el café puede tardar 10 años en resolverse o más, bueno, los costos jurídicos de transacción son altísimos y en ese sentido las gente tiende a pedir reglamentos más que a confiar en el normal desenvolvimiento del sistema jurídico.

Pero lo que queda claro es que no es verdad que el mercado no pueda, in abstracto, ocuparse de las externalidades negativas (que tienen mucho que ver con la contaminación): el mercado, que implica un sistema jurídico de derechos de propiedad, resuelve las externalidades negativas sencillamente porque éstas son delitos contra la propiedad. El problema radica en que los derechos de propiedad no siempre están correctamente definidos, ya sea por una mala concepción del sistema jurídico, ya sea porque entran en juego elementos cuya propiedad (aire, agua, etc) no es fácil de definir. El tema como vemos es difícil, pero debemos estar advertidos que los libros de texto lo simplifican cuando hablan de las fallas de mercado en este tema (igual que en el caso de los bienes públicos). Pero sería también una simplificación del otro lado decir que la definición de derechos de propiedad en ciertos casos es fácil. No damos ahora una solución; simplemente queremos decir que estemos prevenidos de las simplificaciones en este tema. De igual modo con las externalidades positivas: ¿de dónde emerge la injusticia? ¿Por qué? ¿Por qué penar impositivamente esos casos? Los debates sobre lo justo o lo injusto allí son también muy complejos. Nosotros veremos algo de esto cuando veamos los efectos negativos que los impuestos a las ganancias tienen sobre la capitalización y, por ende, sobre las personas de más bajos ingresos.

PROXIMA SEMANA 5. Precios Máximos y Mínimos

Primer Capitulo: Introducción a la Escuela Austriaca de Economía y Programa del Curso.
Segundo Capitulo: Mercado y Precios. Escasez.
Tercer Capitulo: Teoría del Valor y Ley de Utilidad Marginal. El Mercado.

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